20 de noviembre de 2012

Proverbios del Infierno (y IV)


Así la oruga elige las hojas más bellas para posar sus huevos, así el sacerdote deja caer su maldición en los gozos más dulces.

Crear una pequeña flor es trabajo de siglos.

La maldición vigoriza; la bendición relaja.

El mejor vino es el más añejo, la mejor agua es la más nueva.

Las plegarias no aran; las alabanzas no cosechan.

Las alegrías no ríen. Las tristezas no lloran.

La cabeza, lo Sublime; el corazón, el Pathos; los órganos genitales, lo Bello; las manos y los pies, la Proporción.

Como el aire al pájaro o el agua al pez, así el desprecio es despreciable.

La corneja quisiera que todo fuera negro; el búho que todo fuese blanco.

Exuberancia es Belleza.

Si el león fuera aconsejado por el zorro, sería astuto.

El Progreso construye caminos rectos, pero los tortuosos caminos son Progreso son los caminos del Genio.

Antes asesina a un niño en su cuna que nutras deseos que no realices.

Donde no está el hombre, la naturaleza es estéril.

La verdad nunca puede ser dicha de modo que sea comprendida sin ser creída.

¡Suficiente!, o Demasiado.


El Matrimonio del Cielo y el Infierno, William Blake (1789)

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