o aguacero estival para la tierra;
entre avaro y riqueza es conocida
esa que por tu paz sostengo, guerra:
orgulloso al gozar y, acto seguido,
dudar si el tiempo roba su tesoro,
contar contigo a solas, escondido,
ser más feliz si vieran lo que adoro.
Y contemplarte a veces tan saciado,
y de pronto morir por tu mirada,
poseer y buscar no más agrado
que tu prenda tenida o deseada.
Así es como me sacio o desfallezco,
de lo que un día abuso, otro carezco.
Sonetos, William Shakespeare (1592-1579)